ANILLOS
Brillaban espléndidos como imanes de oro
sobre un terciopelo.
Sortijas de gozo, promesas,
¿fortalecieron el vínculo?
Propósitos de fuego y cristal,
triunfos, erratas,
¿afianzarían futuro?
El aluvión de los días, el atardecer del
amor,
dejaron atrás todo horizonte,
cualquier alianza.
El cazador de la luna se rindió.
Fui feliz con mi apuesta y mi conciencia.
Huésped de una fiesta breve, huérfano en la
boda.
¡Gloria a la melancolía!
© Alfredo Lemon
esa loa final, querido alfredo, resume y disipa todo dolor. muy bello! susana zazzetti.
ResponderEliminarUd. puso la vida en ese poema... por eso late. Gracias poeta
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