El peso de tu boca
El cabello tomado con hebillas
y tu corazón, pequeña luz, en mi cuaderno.
Yo ardía en la difícil claridad, en las
camas
donde duermen los parientes. Vos sobre
tu falda, como una niña cuidada por su
madre
y nosotras ahí, entre tus brazos, sin el
amor
de nadie y sin consuelo. Eras muy joven
todavía y nos quemaba tu vivo corazón.
Arroyo limpio, humildes aguas, viajes en
tren
a la casa de la abuela, tu voz como el
cristal
y nosotras esperando esa palabra que no
cesa,
que no ha dejado de llegar. Hoy veo cómo
se va muriendo todo, una se va volando a
casa
porque es noche, pierde poco a poco las
ideas
y hay una chica pobre y sin trabajo, una
chica
que no sabe si sabía, si vivía en la
carencia.
¿Qué esperabas? El peso de tu boca,
espejo de tu ropa, un gigante
que hace viento con su aliento, con su
sangre
hace ríos y hace hombres con las pulgas
de su cuerpo, con nosotros, madre mía,
y completa su tarea de gigante.
© María Teresa
Andruetto
excelente..hondo...conmovedor...
ResponderEliminarmaria del mar estrella
Belloy conmovedor.
ResponderEliminarFlora levi
Bello y conmovedor.
ResponderEliminarFlora levi
Poemazo. Hermoso como todo lo tuyo. Griselda Rulfo
ResponderEliminarPoema estremecedor. Imágenes poéticas que sacuden por su fuerza y originalidad. Muy bueno. Un abrazo. Adriana Dirbi Maggio
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