El tilo
“Suspiran en mí los árboles”
Juan L. Ortiz
Dorado
como el sol que atardece
los
tonos de mayo en el vientre de las hojas
sombras
en la banca
la imagen de tus manos
forjando la madera
lo
sinuoso de la forma
la
infancia de rodillas gastadas
y
los secretos
en lo efímero del día .
© Flora Levi
Con ese espíritu tranquilo y Hondo de los haikus: tan breve y tanto dice. Hermoso. Verónica Capellino
ResponderEliminarQué bonito, Flora! Abrazos!!!
ResponderEliminarHermoso y nostálgico, tu poema. Dorado como el sol del atardecer. Gracias. Un beso grande. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarMelancólico. Vale!
ResponderEliminarLa claridad y la certera música de tus palabras, afinan nuestra futura percepción acerca del próximo árbol de tilo que veamos. Belleza frondosa que nos permitirá un perfume que nos será distinto, renovado. Gracias! Alfredo Lemon
ResponderEliminarRecuerdos de los tiempos idos... hermoso.
ResponderEliminares evocador y tierno el poema, muy bien.
ResponderEliminarW.M.
GRACIAS!
ResponderEliminarflora levi
Un poema lleno se recuerdos con una bella imagen: los tonos de mayo en el viente de las hojas.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
Hola Flora: toda una historia atesorada en este poema para releer y releer: "la imagen de tus manos forjando la madera", y esa "infancia de rodillas gastadas" nos llevan a los "secretos" que pese a doler por ser parte de "lo efímero del día" nos alegran también porque son momentos vividos muy intensos y que retornan en este mágico poema.
ResponderEliminarLo disfrute muchísimo Irene Marks