LOS PECES
De vez en cuando
uso la excusa
de limpiar los frascos de piedras de mi
hija.
Los vuelco sobre la mesada,
y lavo
piedra por piedra,
cuarzos, turmalinas, pequeñas obsidianas,
hematites que esconden fuegos rojos,
ya no podría tocarlas sin repetir sus
nombres.
Lleno los frascos de agua
y sumerjo las piedras hasta el fondo.
Brillan,
porque las piedras siempre saben parecerse
a los tesoros.
Hundo mi mano entonces, rozo
el misterio de la disolución de la materia.
Mis dedos
bajo el agua centellean,
como peces.
© Mariana Finochietto
Hay que hacer un videopoema con esto Mariana, es una maravilla, palabra que se mueve y respira!
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ResponderEliminarBellísimo poema, Mariana.
Un abrazo.
Alicia Márquez
original bello y conmovedor:como casi todos lso tuyos, pero tal vez un poquitin mejor? Abrazos, Marta
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ResponderEliminarQué decir, que es muy tuyo, muy bello.
Besote.
Lily Chavez
Sensación totalmente disfrutable :)
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