Donde
estaba tu morada
sostenida
por un enorme vértigo
cuando
caías en pétalos
como las
rosas tibias
que ya no
querían conversar
con tu
vientre de niña solitaria
o tal vez
porque jugaban
a ser
desnudas, condenadas
y efímeras.
© Beatriz Arias
muy bello beatriz, bello en su delicada humildad en tono y estilo. me encantó. susana zazzetti.
ResponderEliminarBeatriz: Delicadeza y belleza! Abrazo!
ResponderEliminarNos estamos viendo. Tere Vaccaro.
Nostalgia y belleza!
ResponderEliminarBesosss
muchas gracias Susana por tus palabras. Beatriz
ResponderEliminarmuchisimas gracias querida Tere. besos. Beatriz
ResponderEliminarGracias Gus por la publicación de mi poema. Beatriz
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