LA
LLAVE
Son dos. Viven a la vuelta.
En una casa abandonada,
en una triste casa abandonada.
En una casa tapiada a la vida,
gris, de tan sola.
Caminan, a veces una, a veces otra,
por el barrio.
Se sientan en los zaguanes a discutir con
el aire,
a revolver bolsas eternas,
llenas de otras bolsas y de papeles.
Son parte del paisaje cotidiano
con sus camperas gastadas y su gesto
impaciente.
Pero un día, una de ellas, de ceño fruncido
y enojo volcánico, me exigió a los gritos
que devolviera la llave.
Traté de calmarla, mañana, dije, enseguida,
dije, bueno, dije. Aterrada, le dije. Lo
que me salía,
le dije.
Ella me miró y aseguró que si no la
devolvía
se iba a cometer un asesinato.
Y entonces la vi. Por primera vez la vi.
Ya no era parte del paisaje. Era una
hermosa
mujer de ojos claros, perdida y rota.
¿Qué llave querría? ¿La de alguna casa
remota?
¿La de la cordura? ¿La del paraíso?
¿La de la risa, para su gesto amargo?
¿Quién la lastimó tanto? ¿Quién le arrancó
la llave?
© Alicia Márquez
Uff... qué hermoso poema querida Ali... se me arrugó la llave, digo, el corazón.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Andrea
Qué desgarrador este poema. Tan humano y a la vez con tanta crueldad. La crueldad que aparta a los marginados. Duele ese:"¿quién le arrancó la llave?" Y duele porque responder esa pregunta nos llevaría al fondo de las miserias humanas. Excelente tu poema Irene Marks
ResponderEliminarQué desgarrador este poema. Tan humano y a la vez con tanta crueldad. La crueldad que aparta a los marginados. Duele ese:"¿quién le arrancó la llave?" Y duele porque responder esa pregunta nos llevaría al fondo de las miserias humanas. Excelente tu poema Irene Marks
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