PEQUEÑAS
MUERTES
Cada tanto
olvido
lo que hice
por mí
después de
cada pequeña muerte
que la vida
con sus piedras disparó contra mis ojos
y me
pregunto cómo pude estar ahí
qué apósito
cubrió mi herida
¿Había
amanecido?
¿Era el
sol, el mismo sol que ilumina el misterio
de una
ofensa?
Tal vez una
pausa en el tiempo me retuvo
y fueron
tardes noche de tormenta y de palos
contra el
vidrio
La gitana
en su pavura,
me gritó
¡corre, niña!!
y hoy
pregunto si en realidad
permanecí a
la intemperie de ese caos
con esta
humanidad tan frágil
o era otra
o era todas
juntas
o si brazos
vigorosos y sutiles
me elevaron
por encima
del pantano
Una emoción
me acaricia y en reversa
soy un
túnel con niñas y mujeres que sonríen y saludan
a los
trenes que precipitan, ya sin ruido
Eludo el
banquillo de los acusados y un perdón
busca en
mis manos cicatrices,
presagios
de las casas que habité
Miro mis
piernas que se agrandan,
son patas
de elefante
para
escarbar en busca de agua
en tiempos
de sequía.
Conmigo,
estoy en paz.
Hoy sólo
reconozco
la pequeña
muerte que me ocurre
después del
beso, al separar mis labios
de tu boca.
© Noemí Correa Olivé
Me parece un.poemazo
ResponderEliminar¿Muchas gracias por tu comentario, Bessi, abrazo!!
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