ESA FOTO…
ESE ATARDECER.
Cae el sol
en mi ciudad,
y de tu
balcón se va,
cómo me fui
de tu vida,
de tus
ayes,
de tu piel,
de tus
caricias,
de tus
besos voraces.
Pero vuelvo
con mi mente,
cómo esa
luna,
que te
invita a soñar,
a sentir,
a clavarse
en tu piel,
tus
retinas,
tu alma.
Porque uno
vuelve,
a donde
ama,
en donde
uno puede ser,
sin
prejuicios,
sin
mandatos,
simplemente
ser,
y
entregarse al otro sin medidas.
Tu balcón
es el lugar
al que
regresaré siempre,
ha ahogar
del dolor de esta alma,
y darle
vida a esta piel,
que sólo
allí se enciende,
y se
fusiona con la tuya,
como nunca
lo hará con ninguna otra.
© Mercedes Raquel Enrique
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