Funebrero
“Extraño
relojero hueles a la pieza desmontada“
Carlos
Drummond de Andrade
Hueles a
hombre desmontado
A monedas
oxidadas
A días que
no entibian a vinos picados
A cielo vencido por el humo de
un incendio
Está puesta
la radio, hay jugo caliente en un vaso,
te sientas
a la orilla de la superstición
Un pájaro
triste con aires de solemnidad
Un
infiltrado, un simulador elegante y al fondo
sin hambre
sin sed sin injerencias
Tu tarea es
ir y venir hacía aquella ventana
Pechar una
camilla al mar
Rociar una
planta embichada por la niebla
Hacer
degustar una incesante sonrisa de consuelo
Y eso es
todo
Ni siquiera
eres blanco de esta música
Ni siquiera
pretendes probarte este traje
como un
empleado ansia al final de su jornada
con las
persianas bajas lucir
esa seda
novedosa
Instalas la
carpa de un dios facineroso
Vigilas su
tráfico indecente
Extraño
relojero hueles a simulación
© Laura García Del Castaño
Conmueve tu poesía Laurita
ResponderEliminarUna realidad cercana a vos. Saludos
ResponderEliminarCrudo. Pero logrado!
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