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31/7/19

Poema de Gabriela Yocco



asilo I

una marca siniestra ineludible
debe situarse en la planta de las manos
cuando tu juego preferido comenzó en el  lugar blanco de los viejos

-viejos con bolsitas que cuelgan de la cintura
bolsitas ambarinas que cargan la vergüenza -

algo debe quedar incrustado para siempre
si montaste caballitos inventados con muletas
si una fuente de latón confortó los severos veranos de aquel tiempo
si los anfitriones de la puerta del paraíso
eran dos enanos siniestros y sonrientes como reyes

algo debe quedar adherido a la manera de un magma extraño
el imán descolocado en la brújula
el juego de los demonios y de los prismas

algo debe quedar adherido a los ojos
la pátina deslucida de los abuelos que no dieron chupetines ni calesitas
la legión oscura de esos abuelos paria
que escuchaban tus mentiras fabulosas de amigos que tocaban el laúd
y de gatos que morían en todas las tormentas

algo debe quedar para siempre
de esa tremenda versión del desamparo
cuando jugar era escaparse
a un edificio blanco poblado de viejos alejados de su estirpe
tan solos tan solos
como vos tan expulsados del reino de los vivos
como vos

© Gabriela Yocco

3 comentarios:

  1. si tiene razón la poeta, la vejez de los pobres es el reino de la exclusión
    W.M.

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  2. Conmueve desde el dolor de la exclusión que se siente al subir los "altos años". Poéticamente muy logrado. Alfredo Lemon

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