Seda
Esto no es
el Japón
pero es un
hilo
invisible
como el mundo.
Me despedí
de mi amada
para no
volver a verla.
Por eso el
mar es tan hosco
tan árido,
insensible.
Ya no veré
Europa
ni la vasta
estepa rusa
ni la
frontera china.
Mi vida es
una hoguera.
Amo hasta
el daño que me hizo.
© Eduardo Mileo
"Amo hasta el daño que me hizo". Qué verso final! Hermoso. Abrazo, Inés Legarreta
ResponderEliminarHola Eduardo:Ese "hilo invisible como el mundo" sigue vivo, por eso son preferibles el dolor de la "hoguera" y el "daño" al ovido. Excelente poema
ResponderEliminarIrene Marks