En la playa
de Santa Clara del Mar
flotar
planchado boca arriba
sobre el
mar sin olas
el tiempo
se alarga
por
caprichos de la corriente
un ritmo de
vaivén
me acompaña
a la deriva
y ahí nomás
estiro las
piernas los brazos
relajados
el pecho
expandido
esperando
nada
más que el
sabor de la sed
me sumerjo
y contemplo
el color de
las algas
caracoles
acurrucados
las perlas
por la boca
entreabierta
de las
ostras
el
resplandor
de los
corales
me descubre
como un
acuanauta
entre los
peces
de pronto
veo una
estrella de mar gigante
atrapada
entre las toscas
la piel
naranja
brilla
fosforescente
sus
boquitas jadean
en el
esfuerzo por liberarse
la levanto
por
dos rayos
cualquiera
se
desprende fácil y dócil
recupera
fuerzas
arrastrándome
me deposita
en la
orilla
como a un
pez devuelto al agua
© Mario De Luca
Qué magnífica escena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty