Poema de Leny Pereiro

UNA RIMA INSOLENTE

Cuentan que el corazón le robaron,

y que clama sin consuelo.

Que se ha quedado sin llanto.

Que se ha vuelto un cauce seco.

Que no duerme,

que no come,

que no exhala ya ni alientos,

que de su boca se escapan

sólo suspiros de muerto.

Pero yo sé que no es cierto.

Que son chismes y aspaviento.

Habladurías malsanas,

cotilleo sin sustento,

un artilugio maldito

de un timador siniestro.

Pues cuando yo me marché,

con mi propio amor desierto,

me fui sedienta y maltrecha

dejándole el corazón puesto.

© Leny Pereiro