LAS HORAS
tempranito
salimos para los hospitales
la
sobriedad del viento nos alivia el desvelo
en la
curtida noche
todo
envejece prematuramente
de a poco
van llegando los doctores
descendidos
recién de sus olimpos
a
deslumbrar la sala
cautos y
taciturnos
saben que
hablamos de ellos
que se irán
convirtiendo
lentamente
en rehenes
que
habitarán la brevedad del sueño
y la
ferocidad de la vigilia
nunca nos
fue tan ardua la pobreza
tan
descarnado el miedo
podríamos
correr por los pasillos
cruzar las
avenidas dando gritos de alerta
pero
permanecemos en el cuarto
a esperar
el futuro
con los
ojos cerrados.
© Guillermo Bianchi
Gracias por este gran poema.
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ResponderEliminares un texto único por la temática que aborda y la forma sutil como nos traslada la igaen de la enfermedad y del matasanos.
muy bien,
Gracias.
W.M.
y ese miedo de abrir los ojos, corre también por los pasillos. gran poema! susana zazzetti.
ResponderEliminarTristemente real !
ResponderEliminarlogra la atmosfera de los nosocomios y el tenso estar a la espera de noticias...
ResponderEliminarbien muy bien
Bianchi.
Walter Mondragón
Qué observación!! Ni que fuera poeta!! De excelencia!!
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