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22/6/19

Poema de Gabriela Yocco



oración

perdón gran señor de la iglesia / he pecado dos veces
dos veces y no una esparcí la ceniza de mis padres
dos y no una veces yo / la absoluta primogénita
sostuve contra el pecho la casa final de mi primera casa
la que entre saliva y sudores gestó la semilla

perdón
gran señor de la iglesia
dos veces sentí irse la sangre en un polvo absurdo / mínimo
y
sin vergüenza ni temores la vi deshacerse en agua o piedra
volver a ser algo en el tiempo
quietud que canta la móvil quietud del agua
reunirse en lo que de piedra tiene lo líquido / lo que de líquido guarda la roca

perdón
oh padre de los misterios terrestres
yo
cuando mi padre fue algo gris fisura en el torbellino del arroyo
no sentí ni culpa ni desasosiego alguno
sino la inefable calma de devolverle al cuerpo el reposo de lo inmenso
y / cuando la ceniza temprana de mi madre
golpeó contra la piedra
esos sus huesitos mínimos apenas deshechos por la magra lengua del fuego
sentí en cada crujido de hueso sobre roca
yo sentí
padre de los misterios terrestres
que mi madre decía adiós adiós de una manera fatal y dolorosa
como si fuera mi cráneo mismo el golpear contra la piedra

ah
señor de la iglesia la tan santa / perdón
porque la ceniza de mis padres ha sido esparcida tal su deseo último
y yo / urna de mis padres y de mis hijos
soy sólo otra ceniza lenta / azotada por el viento

© Gabriela Yocco

2 comentarios:

  1. Maravilloso poema. Estremecedor, lleno de imágenes enormes. Gracias por este texto. Un abrazo. Adriana Dirbi Maggio

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