Subían
desde el Tajo
‒anticipaban la nostalgia‒
las notas
tristísimas
de un fado.
Habíamos
pasado la tarde
en la Rua
Augusta
y bebido un
licor de cerezas.
Preguntó
¿dónde estamos?
Y fue el
principio del fin
Allá
en Lisboa.
© Estela
Smania
Buen poema sobre un momento.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano.
me conmueve mucho este poema y en realidad, todos los del libro. como dice ana, registraste los momentos inolvidables junto a E, un abracito con mucho cariño! susana zazzetti.
ResponderEliminarEsos momentos intensos que quedan en nuestros recuerdos, muy bien logrado en el poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Me encantan estas postales que trazan un mapa de complicidades y dejan al lector de pie en la nostalgia de lo que no conoce.
ResponderEliminarGrandioso. Un abrazo
claudia