Hay una tierra
con cantos de aóniken
que donó su ternura a la vida.
Tierra
de pedernales heridos
en el olvido del chenque
en pulso del ritmo de la raza.
Tierra Patagonia
mujer
de preñez
desnuda
espera
la
salvaje caricia del viento
(préstamo
ritual
de
los sueños del poeta
abrazo
del orfebre araucano).
Desde su vientre agreste
la mirada se extiende al infinito
hacia los frutos plateados
que penden de la copa de los cielos.
© Susana Lobo Mayorga
Excelente poema!
ResponderEliminarHermoso y profundo tu poema Susana
ResponderEliminarExcelente poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Tu mirada de poeta se extiende sobre las raìces del sur, y nos abraza. Bello, Susana. abrazo!!
ResponderEliminarQué bella descripción de nuestras tierras del sur, una mirada amorosa y sentida, que me invita a leerla nuevamente, hasta el cansancio. Bello Susy!!
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