Cárceles
Hay cárceles construidas
con gruesos muros de piedra
y grandes atalayas,
con duros barrotes de acero.
Con guardias armados de muerte.
En su interior se pasean
figuras altaneras, arrogantes
que han perdido el lenguaje cotidiano
para hablar un nuevo lenguaje.
Figuras cuyas sombras
se acurrucan en un rincón
temblorosas, asustadas, anhelantes.
Hay cárceles construidas
con calles y veredas,
con árboles y perros que mueven la cola.
Con gruesos muros de corrupción
y grandes miserias.
Con duros barrotes de carencias.
Con guardias armados de indiferencia.
En ellas se pasean
tristes figuras harapientas,
con el cuerpo doblado por el hambre,
con la cabeza gacha
y el espíritu lleno de tristeza.
Tanta tristeza que aún convirtiéndose
en altaneras y arrogantes,
sus sombras se acurrucan
en un rincón temblorosas, asustadas
anhelantes.
Entre ésta cárcel y aquella
entre aquella y ésta,
no veo diferencia,
ninguna diferencia.
© Nito Biassi
"Hay cárceles que solo el corazón conoce" libro de poemas Golpes en la piel.
ResponderEliminarUn abrazo Patricia Corrales