Cuando cierro los ojos no hay espejos
soy un niño que corre enarbolando su cometa
de asombros
un niño de verdad que juega con el tiempo
(no este rostro de sal
no este cuerpo de humo
no esta grieta violada por cenizas)
Cuando cierro los ojos no hay espejos.
Sólo un hombre que sueña.
© MARIA DEL MAR
ESTRELLA
GRACIAS QUERIDO GUS,SIEMPRE POR TU GENEROSIDAD
ResponderEliminarHermoso poema, poeta. La existencia no es otra cosa que un sueño con la infancia. Beso grande. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminargracias querida adriana
ResponderEliminarbellísimo ¡ bellísimo!! susana zazzetti
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminarBellísimo
ResponderEliminargracias un abrazo por la sangre y la palabra querida y necesaria hermana
alba
Me encanta ese niño y ese hombre que sueña!!!
ResponderEliminarAbrazo.
Tere Vaccaro.
Una realidad. Bellamente dicho,gran poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Bello.
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