LOS QUE QUEDAN
Tomó el tren cuando lo tomaron todos.
No hubo retraso.
Cuando el motorman anunció la partida, no
se extrañó.
Ni siquiera de haber pensado la palabra
motorman.
Los rostros devoraron kilómetros con la
mirada.
Él hizo lo mismo y no supo cuánto duró la
travesía.
Sólo supo de los campos desnudos, las
montañas adustas, los ríos secos.
Y de la velocidad con que el tiempo se
tragaba todo.
Ni siquiera se inmutó cuando llegaron.
Bajaron de la misma forma en que subieron.
Juntos y solos.
Distantes.
Apáticos.
Y el paisaje les devolvió el mismo ánimo.
El primero en hablar fue el último pasajero
de la izquierda.
Y no hizo falta más.
Con un gesto resignado y simple, se tomaron
de la mano, y echaron a andar.
© Leny Pereiro
Esperanzador poema, Leny, para superar la lucha desigual que propone el entorno. Gracias!! Abrazo fuerte!!!
ResponderEliminarMuchas gracias por detenerte a leer y por tus palabras! Abrazo!
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarBello!
ResponderEliminarFlora levi
Gracias Flora! Beso!
EliminarMuchas gracias!
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