Reflejos del incendio
Cuanto más lóbrega era la noche, más crecía
mi sueño.
Cruzando la calle viendo tu nombre escrito
en veredas y paredes.
¿O será que así lo creo?
No veía tu mundo conformado por tigres,
espejos y laberintos.
Yo llamaba a la muerte en sueños,
le dedicaba grandes textos
mientras los misterios se desvanecían.
Tus primaveras pasadas recorrían
mis rincones más tristes.
Me sentaba en un cajón de manzanas hasta
que estallaba tu nombre
y en mi corazón de resorte
lenguas mudas resonaban.
Extraños puentes
entrelazando los muslos,
peces que volaban buscando golondrinas,
y nosotros dejándonos vulnerar
mirando los últimos reflejos del incendio,
sabiendo que en algún rincón de la cama,
estaban los ángeles.
© Juan Carlos
Rodríguez
Me atrajo todo el recorrido del poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Qué bueno! Sensualidad plena.
ResponderEliminarExcelente poema !!!!!!!!!
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