Se repite
un momento cada noche / ante el umbral del sueño / en que todas las cosas que
en el día creímos importantes / parecen disolverse / y una única imagen se
apodera / de nuestra intimidad / nos entibia la almohada / y nos lleva a un
extraño territorio / donde todo es posible / hasta pensar que es dios quien nos
visita / porque nada hay más vivo que
los sueños / más bello ni más cierto /
Bueno / esa
imagen en mí tiene tus formas / me duermo con las íes de tu nombre jugando
entre mis labios / te acomodo el flequillo / y me dejo llevar hasta que el alba
me regale otro día
© Claudio Portiglia
Hermoso poema querido amigo!! Que bueno transitar ese territorio donde todo es posible
ResponderEliminarQué hermosa forma de penetrar en lo onírico, esa realidad que es a veces tan vívida: "te acomodo el flequillo". Me conmovió profundamente. En sueños también me ha pasado estrechar las manos de mi padre. Un gran poema, muy conmovedor Irene Marks
ResponderEliminarclaudio querido...nada hay más vivo que los sueños!!!!! gracias!!!
ResponderEliminarabrazo
maria del mar