Campo Yucat
Amanece
en la casa
de los peones. Griselda,
William,
Wilson, Ramonita…, son
chaqueños
los peones, de Charata
y
Barranquilla. A la pequeña escuela
de la
estancia, me han traído a leer
y hemos
leído, ayer tarde con los chicos,
las madres,
la maestra. En los maizales
de estos
campos corría mi madre cuando
niña, ayer
le dije que vendría. Tu abuela
iba ahí a
hacer colchones; agosto, es un día
de la
Virgen y amanece en el campo
de los
peones. Griselda hace café,
me trae
dulces; le digo que la abuela
de mi madre
llegó a este campo en busca
de su hijo.
La Palestina se llama
el pueblo
que está un poco más allá,
la tierra
prometida de los gringos,
el sitio
donde la madre de mi madre
casó con el
enfardador de Campo Yucat.
Fue en esta
casa de los peones
que
vinieron de Charata
y
Barranquilla.
© María Teresa Andruetto
Bella historia poética!
ResponderEliminarQuerida Tere, de Charata, Barranquilla, mis vecinos. Ya te contaré cosas de Charata.
ResponderEliminarMe encantó este poema, tan especial, tan como para mí (narcisismo mediante).
Un abrazo grandote!!
susana
Muy buen poema lleno de recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.
Una preciosura!!!
ResponderEliminarClelia Bercovich