Páginas

15/4/19

Poema de Elisabet Cincotta






el hombre gris camina cemento
enluta su andar

desasosiego

se para entre grises
silencio
no es canto ni luz
apenas penumbra

susurra palabras
el miedo lo alcanza
de lamentos se llena su cuchara
pan solo pan
se luce su mesa

curvo ante el mostrador
ve correr la nada
la angustia oprime su pecho
mientras el frío gris
golpea al hombre gris
hasta tumbarlo
después el viento esparcirá
sus sueños
ni sombra
ni grito
                ni gris
                                     ni nombre



            
© Elisabet Cincotta

4 comentarios:

  1. Muchas gracias, Gus por publicar mi poema, gracias!
    Abrazo
    Elisabet

    ResponderEliminar
  2. Hola Elisabet: este poema es doloroso y auténtico, ya que el hombre gris somos todos, si nos toca la circunstancia de tener los bolsillos vacíos, sufrir la soledad y la indiferencia, ser lúcidos. La despersonalización, "el frío gris" interno y externo, "la nada" que no es solo existencial, sino palpable ante la falta de alimento exterior e interior, acaban con el hombre gris, lo acribillan en el día a día cruel.
    Un grandísimo poema
    Irene Marks

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema y muy triste. Es cierto, el hombre gris nosotros. Abrazos
    Rosa Lía

    ResponderEliminar