XXXVII
(Amantes a
la hora del encuentro... diálogo)
-Dónde
estabas?
-Entre
aglomerados sinsabores
-No supe
soportar la soledad
-Yo aprendí
lo que es llorar
-Te busqué
mientras el café
se enfriaba
sobre la mesa
-Yo te
dibujé en mi...
-Te llamé
una y otra vez sin saber tu nombre
-Aprendí
mirando el mar cada imperfección de tu piel
-No supe
donde buscarte, solo te lloré a medias
-En la
distancia supe de ti mirando las calles
-Esperé
como esperan los relojes... callado
-Aprendí a
nombrarte con los pájaros
(Sus manos
se apartaron a contra viento!)
-No supe
que hacer y me abandoné a las sombras
-Las
sombras me empujaron al silencio
-No soporté
el silencio y grité al desconcierto
-Todo se
convirtió en tu rostro, incluso los espejos
(Sus labios
se fundieron sin espacio!)
él apretó
su cintura
ella se
dejó llevar
se hicieron
uno
en el
contorno del aire
se
olvidaron del tiempo
de la vida
de los
relicarios
sus lenguas
se entrelazaron a fuego eterno
las
campanas de los relojes
enfurecieron
a las
cuatro menos punto del universo.
© Daniel Reyes
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