Instrucciones
para poner el mantel todos los días
Desdoble
las manchas de una tela
hasta la
historia de su fibra.
Deje que
crezca de un sacudón vegetal
hacia el
largo de la mesa.
Es
imprescindible procurarse un par de manos
en el otro
extremo.
Estiren.
Ahora
jueguen a inventar un pequeño viento sincronizado
antes que
el mantel caiga definitivo y sin arrugas
sobre las
arrugas de la madera
y las florcitas del estampado
repitan la
hilacha de las celebraciones.
Cuenten
este gesto de entrecasa
como un
pequeño triunfo de dos
un acto
heroico
porque así
es
como se
levantan
los puentes
en el mundo.
© Claudia Tejeda
ResponderEliminarMaravilloso poema, Claudia! Imprescindible.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Hermoso
ResponderEliminarpreciosa comparación y toda la delicadeza de cada obra tuya. susana zazzetti.
ResponderEliminarHermoso! Gracias
ResponderEliminarMaravilloso, sonreí porque es exactamente la manera, en ese acto de 2 se conversa, y tal como decís se tienden puentes.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Hola Claudia: ¡cuánto simbolismo en esta aparente cotidianeidad de doblar un mantel! Ese "acto heroico" de levantar "puentes" de a "dos" nos cautiva y a la vez nos hace repensar lo sencillo y lo glorifica.
ResponderEliminarUn gran poema
Irene Marks
Precioso puente donde transitamos lo cotidiano, que son los puentes que nos unen!
ResponderEliminarBello, Clau!
Estela Porta.
Poesía en estado puro
ResponderEliminarClaudia, verdaderamente creativo, natural y atractivo,grato leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty
Desde lo pequeño se levanta un mundo¡¡ escrivivis Clau ¡¡
ResponderEliminarSonia Rabinovich
Hermoso poema Claudia. Me encantó Abrazos
ResponderEliminarBello, Claudia!!! 😘😘😘
ResponderEliminarNoemí