Cuando
tocan el timbre, las gatas huyen.
Una se sube
a una enredadera y la otra se esconde en el placar.
Es que la
realidad las espanta.
Yo
quisiera, como ellas, subirme a un techo
y aullar.
O subirme a
la enredadera y llorar a gritos.
O
encerrarme en el placar y cerrar los ojos
como hacen
los chicos. Si cierro los ojos no me ven.
Pero la
realidad toca el timbre y le abro
y no puedo
subirme a una enredadera.
© Alicia
Márquez
precioso poema alicia. la realidad contra el deseo de otra realidad. me encantó. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy vívido y certero. Me gustó mucho.
ResponderEliminarGenial tu poema, es cierto la realidad nos supera y no podemos huir de ella.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
Hola Alicia: Sí, la "realidad" es muy dura y agresiva. Las gatas lo saben. Me identifico mucho con vos en este poema: "quisiera, como ellas, subirme a un techo y aullar". Además de chica también tuve esa fantasía: "si cierro los ojos no me ven".
ResponderEliminarExcelente
Irene Marks
Triste la realidad. Imposible escapar.
ResponderEliminarHermoso, Alicia
ResponderEliminarMe identifico, buen poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty
Me encantó tu poema Alicia duro y conmovedor
ResponderEliminarExcelente poema, Alicia, felicitaciones!!! 😘
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