MIYAKE
Tu voz va a
decirme que soy la hembra de un cuervo alucinado
que de
contarse plumas y estrellas se ha quedado ciego
un gesto
del labio hace lo espeso del perfume
y es el
subjuntivo el que deshila el ritual
pone
amorosa rienda al vaivén de la sangre.
Sopla tu
armonio desde el cuello al monte de la romana.
a las
rodillas que dan grupa a esta guerra de cartas iguales.
tu voz besa
los cardos y las pupilas de olivo fresco
las velas
rojas que el alma en la boca tres veces gime
anida tu
lengua
de voraz
buscaperlas.
(la noche
hace el imposible
full de
reina con escalera de ases).
© Sylvia Cirilho
Bellísimo poema, Silvia. Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarGracias Isabel y gracias Gustavo por tu cuidado!
ResponderEliminar"amorosa rienda al vaivén de la sangre..." ohhh! Hermoso pero esas palabras así... oohhh
ResponderEliminar"... amorosa rienda al vaivén de tu sangre" ohh!
ResponderEliminarHermoso pero esas palabras, así... oohhh