Era el cuerpo de la noche un pájaro ligero
un fuego que ardía hasta exasperar
tu pulmón sediento
las manos como un ánfora
un cuenco donde guardar los abalorios de la
infancia
la sed interminable un cántaro una
escudilla rebosante
un espectro confundido que se rehúsa a
cruzar
dos veces el mismo espejo
un galope de animal salvaje deslizándose
hacia la mañana
el lugar donde temblar hasta la convulsión
una plegaria pronunciada desesperadamente
contra el olvido
una rama seca que rechina y se quiebra
bajo el peso indócil de sus alas
entonces te adelantabas furiosa como el
temporal
te desprendías tempranamente
como el rayo desplomado entre la fronda
en el jardín un corcoveo de aves invisibles
ofrecía su hermosura
como una aparición como un deslumbramiento
un instante intocado fuera del tiempo
puro ensueño un nido construido con
palabras y hojarasca
a salvo del invierno de la predestinación
y de la muerte.
(a Claudia)
© Sandra “Tana” Pasquini
Bello bello, Tana, me encanta tu forma de decirlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
¡¡¡Un gran poema!!!Hay mucho para comentar pero solamente voy a citar "puro ensueño un nido construido con palabras y hojarasca" porque me parece que transmite el clima de este magnífico poema donde el lirismo fluye incesante.
ResponderEliminarLo disfruté mucho Irene Marks
sublime tu pluma!!!
ResponderEliminarcariños
Mercedes.
Bello poema, bella la manera de decir.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
"NIDO DE PALABBRAS" QUE PROLIFERAN EN LA MISTERIOSA DENSIDAD DE LA NOCHE. UN ABRAZO
ResponderEliminarISABEL LLORCA BOSCO
Precioso
ResponderEliminarTus poemas siempre me sacuden Las metáforas tienen el poder de despertar a todas las sensación es y emociones. Excelente poema!
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