Padre habla
dice
cuida de los rebaños hija
hasta tu último día
ese es nuestro legado somos tribus de
exilio
dispersiones en tiempos de nevada
cuida de los rebaños
las pasturas
atrás quedaron las casas incendiadas
todo lo abandoné para que un día nacieras
ah cómo arrancarme hija
esa bala de plata que sigue disparándose
así hablaba mi padre
quedó escrito:
todos los sobrevivientes somos huérfanos
todo el tiempo del mundo sigo viendo las
casas incendiadas.
© Raquel Jaduszliwer
Qué maravilla, lo leí y recordé a mis abuelos, luego me miré y me dije también soy sobreviviente, y percibí ese entorno de casas incendiadas.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
POEMA HERMOSO, SÍNTESIS DEL DOLOR, LA ORFANDAD Y EL TRABAJO DE LA VIDA AL QUE DEBEMOS UNA COSTOSA Y FELIZ PARTICIPACIÓN. Un abrazo
ResponderEliminarIsabel LLORCA
Gran poema, gracias
ResponderEliminarLas palabras tiemblan, se siente el dolor pero hay fuerza, coraje y vida; hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty
Dolorosísimo poema con un final contundente y muy real, muy verídico.
ResponderEliminarLas palabras del padre a la hija son de una ternura y a la vez un fatalismo muy fuertes.
Excelente
Irene Marks