Páginas

23/3/19

Poema de María Teresa Andruetto



El vino de la noche

                                    a Miguel Leroy 

Siempre decíamos
que el que se quedara tenía que seguir
bien, nada de andar llorando por los rincones,
pero es muy pronto. Por eso yo le digo
a La Negra, se lo digo a la noche,
porque en el día hay bulla y me distraigo,
pero a la noche, cuando te tomás ese vino
de la noche y encendés un faso… espero
que se acueste el pibe y voy hasta la mesa
de luz donde está la foto, porque la hice
cremar, ¿viste?, así que tengo las cenizas,
y entonces le digo Aguantame, Negra,
aguantame un cacho.

© María Teresa Andruetto

4 comentarios:

  1. Fuerte, a puro dolor y con adecuados términos, y el dolor-vino que son malos pero en algunos momentos ayudan a aguantar. Este poema entrador se queda en los sentimientos cuando uno llega al final, gracias por compartirlo.
    Betty

    ResponderEliminar
  2. Cuánto dolor y a la vez cuánto contacto con el ser amado que no se interrumpe con la muerte, porque esa persona es el compinche, la compañera del alma.
    El lenguaje de lo cotidiano acentúa la naturalidad de la comunicación que sigue: "espero que se acueste el pibe". Y ese final que conmueve profundamente Aguantame, Negra, aguantame un cacho.
    Llorar es poco. Me conmuevo al escribirlo
    Irene Marks

    ResponderEliminar
  3. Tremendo. Bello!
    Flora levi

    ResponderEliminar
  4. El desgarro de la ausencia y la noche aue conspira Muy bello .Abrazos

    ResponderEliminar