Deuda interna
Acaba de nacer un niño en la villa
entre felicitaciones sin júbilo.
Viene a cumplir su destino
de cuna de segunda mano
y ropita de descarte.
¿Quién saldará su deuda de nanas?
-esa dosis vital de la ternura-
La impuntualidad de una leche violenta
lo pondrá a crecer en la rapidez
que exigen los espacios.
Su patio será la calle
rayuela con cielo de humo
y superhéroes fugitivos.
(Ojalá este poema salga de su cinismo
de falso ciruelo en septiembre)
Hay palabras que vuelven del futuro
y nos preguntan qué hacemos
por el
otro.
© Claudia Tejeda
Un poema que se clava en nosotros como un alegato que denuncia las desiguales condiciones que sufren los niños argentinos al nacer.
ResponderEliminarLo que me tocó sobremanera fue lo de los "superhéroes fugitivos" y ese final "qué hacemos por el otro".La imagen es real como lo es el poema, es así por desgracia, una dolorosa realidad de infancia abandonada.
Un poema necesario
Irene Marks
Sí, Claudia, leemos el poema, vemos la realidad... y qué hacemos...
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Los niños son el futuro dicen, cuanto futuro abandonado. Gracias por traerlos en esta gran poesía.
ResponderEliminarAbrazo Claudia
Magnífico texto, que podría ser bandera de los que con Santoro piensan que si la poesía no sirve para salvar el mundo, no sirve para nada. Hermosa combinación de la idea y la belleza, del ritmo y el lenguaje con que se dice. Me encantó, como siempre tu poesía. Un beso grande. Adriana Dirbi Maggio
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