Me cohiben
las aerogemas
que se
suspenden perversas
en mis
papilas ollinadas.
La noche y
su pólvora oscura
cautiva
noche entre falanges
de estelar
condenación
trituro el
despótico ácido
de su
dialecto silencioso
asesté mi
lingote de gritos
de
sanguíneo rebote
sobre sus
pestañas crujientes
de
lujuriosa red
e
inmasticable
e
iridiscente
e
indecoroso
a todos sus
esquemas temerarios
cavé su
viente de manto espectral
en un
ritual de ojos rotos.
Las llagas
de su abismo
suturan mi
nada.
© Adrián Terracciano
No hay comentarios:
Publicar un comentario