28/2/19

Texto de Diego Bennett


  

Mar verde montaña

A Alvaro Ernesto Sierra Eljach

Da vueltas en mi pecho este mar verde montaña. Ya encontrará sus papelitos donde aterrizar. Sacaré de mi sombrero una cadera que me enseñe a bailar como se baila acá / como se vive en este verde montaña mar
Ya volará por este cielo esta poesía / esta montaña verde mar con verano infinito se quedará en mi por siempre como Alvaro Ernesto, ángel paisa, pisaré este cielo más de mil veces atravesado por tu verde música.

(I) Mar

Bálsamo cálido que me cuida del mal del mundo. Bebe de mi este mar de caminos el verso hamacándome en sus brazos obsecuentes, bucólicamente condescendientes, interesadamente inspiradores de próximos viajes a mis noches / a mis ráfagas de humildad / a mis oscuros rincones florecidos por tu ritmo suave.

A vos te hablo mar / a vos profesional seductor sin esfuerzo alguno / mar de mis recuerdos lejanos en frías versiones suculentas / oleaginosos sabores necochenses / mar volado y fuegos a tu amanecer. Hoy sos mar madre que me cuida con algas termitentes en la almohada
Mar sos la noche.

(II) Verde

Tu camino paisa
sigo tu camino
piso tu suelo
Vuelo tu paisaje de almendros
me atraganto con tu bandeja de pasado servida con patacones de dulce hervor libre canción arrastrada allá / bien allá. Donde el verde es la prueba de la vida de la muerte que te cubre de recuerdos en tus hojas, en tus verdes almanaques asesinos.
Tu camino verde paisa de los cielos
cactus con verdes matices / infinitas notas de incoloro lustre / manglar absurdo con calor agazapado en hamacas atribuladas sacudidas por el viento verde extremadamente verde en tu ciénaga
te camino verde y te piso
te sigo
te vuelo

(III) Montaña

Subo pero también bajo
porque allá está lo profundo de tu origen
de tu pueblo
está la gota de rocío congelada por el viento
tu ancestral legado aborigen
Montaña verde al mar
catapultada en una flecha de verdad te hundís en olas de calma
paz trabajada paso a paso soy tu cerro tu ladera y abismo garrafal.
Montaña de placer pica y pica la piedra la roca que tal vez fue meteorito / peñón catedral
La sal que me da de beber de tu cadera montaña verde
bailo a lo lejos y me quedo para siempre.


© Diego Bennett

5 comentarios:

Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Me encantó, Diego!

Besosss

1 de marzo de 2019, 15:41  
Blogger poemas Clé ha dicho...

Celebración a la capacidad de conocer, dejarse impregnar por la geografia diversa y la heterogeneidad y peculiaridades de este mundo, y de la propia capacidad de lanzarse con libertad en su búsqueda. Muy vital , fuerte, lleno de entusiasmo y expectativas. Que se cumplan Diego, disfruta de todo eso y cuéntalo.
Clelia

4 de marzo de 2019, 10:44  
Anonymous Anónimo ha dicho...

ORIGINALIDAD y genialidad de escritura.
me encantó.
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz

15 de marzo de 2019, 11:39  
Blogger creactivo ha dicho...

Gracias poetas
Diego Bennett

20 de marzo de 2019, 14:08  
Blogger Adela ha dicho...

Un placer esta secuencia poética.

20 de marzo de 2019, 22:58  

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