CIEGOS
A veces miro a Dios por
la
ventana
Lo siento lejos y lo veo
triste
Se aburre de mirar su obra
Tras una cortina de niebla
inconstante
A veces me mira como preguntando
Qué puedo hacer con tanta
soledad
No sé qué contestarle
Porque temo que se hunda
Aún más en su niebla
Y nos quedemos ciegos como
la
noche
© Raúl Pignolino
ResponderEliminarAsí es, se aburre, se arrepiente y está muy solo.
Por suerte tenemos la poesía.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Muy hermoso. Abrazo, Inés Legarreta.
ResponderEliminarMuy bueno!!!!
ResponderEliminarGracias a todos
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