CESÁREA
Busco el fantasma de mi mano,
esa mano que no alcanza,
esa mano con guante
que ayer recogió el blasón de tu mejilla,
en ese año de rosas impuntuales,
de esas tumbas de moda
y de cipreses con tu misma cerradura.
Esa revolución de ponerme
la vida ante los ojos
para arrancarme los pasos
y enredarme el alma.
Hasta que suceda lo que siempre sucede
y vayan a buscarte cientos de gestos con
cuchillos
y tus miradas acaben naciendo por cesárea.
© Andrés Lazcano
García
Muy bueno! Felicitaciones.
ResponderEliminarGuauuuuuuuuuuuuuuuuuuu
ResponderEliminarMaravilloso poema.