Páginas

16/1/19

Poema de Sandra "Tana" Pasquini



Era el cuerpo de la noche un pájaro ligero
un fuego que ardía hasta exasperar
tu pulmón sediento
las manos como un ánfora
un cuenco donde guardar los abalorios de la infancia
la sed interminable un cántaro una escudilla rebosante
un espectro confundido que se rehúsa a cruzar
dos veces el mismo espejo
un galope de animal salvaje deslizándose hacia la mañana
el lugar donde temblar hasta la convulsión
una plegaria pronunciada desesperadamente contra el olvido
una rama seca que rechina y se quiebra
bajo el peso indócil de sus alas
entonces te adelantabas furiosa como el temporal
te desprendías tempranamente
como el rayo desplomado entre la fronda
en el jardín un corcoveo de aves invisibles ofrecía su hermosura
como una aparición como un deslumbramiento
un instante intocado fuera del tiempo
puro ensueño un nido construido con palabras y hojarasca
a salvo del invierno de la predestinación
y de la muerte.

(a Claudia)



© Sandra “Tana” Pasquini

11 comentarios:

  1. me encvanto. bella enumeración. susana zazzetti.

    ResponderEliminar
  2. Todo está a salvo con vos. Tus versos protegen y guardan de cada circunstancia, lo mejor siempre. La enseñanza, el sentir, la vivencia misma.

    ResponderEliminar
  3. Gran poema, Sandra. Abrazo Isabel Llorca Bosco

    ResponderEliminar
  4. Hermoso. De gran fuerza. Griselda Rulfo

    ResponderEliminar
  5. Indefensió, ternura, vida...Hermoso.
    Un abrazo
    Betty

    ResponderEliminar
  6. qué bello, tana. tan prolija y tierna tu enumeración, dentro de su propia fuerza. unas ganas de aplaudirte personalmente, pero van mis manos
    susana zazzetti.

    ResponderEliminar
  7. Bello poema que tiene alto impacto.
    Un abrazo Ana Romano.

    ResponderEliminar

  8. Hermoso leerte Tana, hermoso.

    Lily Chavez

    ResponderEliminar