LOS
RECUERDOS
Los recuerdos no se matan
porque al fin no dependen enteramente de
nosotros.
Viven agazapados,
no siempre son felices.
La memoria está llena
de esas pequeñas marcas que encontramos:
paisajes y lugares,
amaneceres, noches
o la fuerza del sol del mediodía.
Con quién nos vio esa ráfaga brevísima del
tiempo,
con qué hueco de angustia,
con qué nombre en la boca.
Después
con la cadencia ritual del almanaque
se volvieron arena.
Y allí están, mudamente, callados y
expectantes.
Por eso no se matan.
© Rafael Vásquez
¡Bellísimo, como todos sus poemas!
ResponderEliminarUn abrazo,
Alicia Márquez
Qué hermoso poema te ha publicado Gustavo, con verdades tan sentidas, tan compartidas. Gracias por toda tu poesía y te deseo un muy feliz año, querido amigo, Elena Eyheremendy
ResponderEliminarHermoso poema Rafael!
ResponderEliminarExtraigo "...con la cadencia ritual del almanaque/ se volvieron arena".
Cariños.
Tere Vaccaro.
Precioso. Celebro esa arena viva.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Claudia
Impasibles recuerdos siempre vivos tu poema los nutre y embellece querido Rafael.
ResponderEliminar