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30/1/19

Poema de Marta Elena Guzmán








NADA VUELVE

La canción se muere de soledad
el aire gira en un mugido de sombra
y la mirada es una muesca
que se pierde en la crucifixión de las cosechas.
Cómo poner señales a las horas 
si cada instante tiene el perfil de las manzanas
la lluvia, el sol y las palomas.
Nada vuelve
ni la pesadumbre de las horas muertas
ni el perfume del sexo.
El hueco de la mano no está en la palma
y la lágrima fundada en el prodigio
no es llena de gracia.
Cómo ver en el verbo las respuestas
si la palabra huyó tras la última golondrina.
Tiene que haber
      un corrillo de pájaros en la ronquera.
Tiene que existir una plegaria
                     que regrese con la copla.
© Marta Elena Guzmán

6 comentarios:

  1. Me desnudo ante estos versos. Me sacó la copa de estrellas y el sombrero de luna para mojar mí cerebro con ellos. Mágnum!

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  2. estupenda vos, estupendo el poema querida marta! susana zazzetti.

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  3. Muy bueno señora. Griselda Rulfo

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  4. Precioso, tan tuya esa voz.

    Lily Chavez

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