AFLORANDO
Borges escribió que el
hombre había construido
fuentes por el recuerdo
del desierto.
A mediodía,
entre los rayos verticales del verano
y los arcos de frescura
de ramas cargadas de hojas,
brota la fuente.
Y paso por sus arcos que vuelven a los cielos,
a la
cúpula azul de arriba y abajo al de verde cristal.
Me he descalzado sin sentir el roce de la
piedra,
y entro en el agua como en el sueño.
Paso por la puerta del arco frío
y me detengo en distinguir las imágenes que
se van
formando, en una zona que abrasa. Afloran
un instante.
He esperado inútilmente que las figuras
encontraran la quietud
para hacer nítido el recuerdo.
Sobre todo la luz en los interiores.
El agua me abraza y el olor de jazmines
disueltos en la fuente.
El surtidor vuelve por ellos,
por aquel haz de recuerdos a pleno día
que tiemblan como mi piel en manos de la
sombra.
Y aunque los busco inmóviles, todo está en
movimiento.
El agua fluye, salta, cae, reposa y vuelve
a fluir.
© Isabel Llorca Bosco
qué bello, isa. hay como una vibración diferente, directa en este poema que destaco en sus imágenes perfectas. realmente muy buena obra. feliz año! susana zazzetti
ResponderEliminarMe encanto Isa! Un abrazo, Dolores Pombo
ResponderEliminarEl agua del tiempo que fluye eterna. Gracias hermoso poema
ResponderEliminarHola Isabel: como siempre tu poesía es maravillosa("entro en el agua como en el sueño")
ResponderEliminarUn camino iniciático que nos arrastra a seguirte ("Paso por la puerta del arco iris") y a descubrir otra realidad("Y aunque los busco inmóviles, todo está en movimiento")
Que siempre brille tu mundo acuático y fluya en tu poesía tan hermosa.
Con cariño Irene Marks
ResponderEliminaradmirada poeta, hice el ejercicio de leer de abajo arriba el poema e igual funciona perfecto
admirada poeta, hice el ejercicio de leer de abajo arriba y sentí que igual funciona, tus palabras bán literalmente, suscitan la frescura, están escritas bajo la ducha y así se leen.
grACIAS.
wALTER MONDRAGÓN
ResponderEliminarFue increíble el recorrido que hice junto a tu poema. Hubo una mano invisible o no tanto que me hizo entrar también a mi al agua como en un sueño. Me transmitió éxtasis, frescura, cierta paz. Gracias.
Lily Chavez