Desvelo
Pese a no dormir, pretendo
sobrevivir a la
herida del insomnio,
al extravío que el mar de sombras
de la calle dibuja y recorta,
y marcarle territorio a la pregunta.
En mis manos se arcilla la forma del
tiempo,
habitando este estrecho espacio
de vereda en mi cuarto,
con la gravitación de un viento silencioso
y fotos
sepia en paredes
que ahuecan
bocas de tormenta.
Apenas queda oxígeno para mirarse
en los
ojos de manos que gritan ahogo y asfixia;
el humo se disuelve en cenizas
como pupilas que se apagan;
quema
entre los dedos el mundo desvelado,
y nada es suficiente para acabar
dinamitándome
en
espera de otras lecturas.
Y quién sabe,
tal vez me salve dar golpes
de martillo
en
el oído de la página.
© Darío Oliva
simplemente estupendo, como todos tus trabajos. ¡ buen año!. susana zazzetti
ResponderEliminartodo el poema es excelente, pero eso de martilar en el oido de la página es sensacional
ResponderEliminarExcelente, Darío!! Con fuerza y ánimo, hasta q la página grite!! 💪🏽💪🏽😘😘
ResponderEliminarQué final, Darío!
ResponderEliminarMuy bueno, como siempre.
Abrazo
Claudia
Muchas gracias por sus comentarios, estimadas amistades. Buen año, y por más poesía.
ResponderEliminarDarío Oliva
Me encantó!
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ResponderEliminarLindo, como siempre, con una intensidad que deja revoloteando preguntas y también certezas. Dice muy lindo usted Oliva. Lo quiero
Lily Chavez