Los hijos de los pescadores
Alegría de las gentes sencillas se eleva
como vapor de la olla por el campo y sus
bordes,
a la orilla de este vasto río donde los
niños
son ya hombres. Bella
su risa cuando preparan redes y despiden
a las madres, como si fuera el trabajo
un juego.
Brillan los ojos junto al improvisado guiso
en tierra, con la angustia callada de las
mujeres
por nubes que persiguen de cerca a las
canoas.
Se alzan las manos y las sombras, brota
en algún sitio de la pampa una semilla
que nada sabe de esto.
Y todos hacen bromas, retruécanos del alma
que suspira. Se aleja la barca
hacia la isla. A la tarde
algo le duele por las dudas, en potencia,
mientras llegan de a poco los colores
de la noche.
© Alicia Salinas
has descripto y marrado un espectacular cuadro de costumbre que llevo en mi alma. susana zazzetti.
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