Poema de Paulina Vinderman
¿No han visto a la sombra de mi corazón?
La dejé en Ciruelo.
¿No han visto a la sombra de mi sombra?
Sobre la mesa brillan:
el tenedor herrumbrado de mi bisabuela
y tu poema,
el dibujo de mi pelo salvaje,
(el dibujo salvaje de mi pelo).
En la cueva del río Pinturas, el guanaco
salta hacia la eternidad con simpleza de
sílex.
La palabra sombra (la sombra de la palabra
sombra) salta en las terrazas de la
historia.
Alguien pinta en la oscuridad, a la luz
de una antorcha.
Alguien parecido a mí escribe en la
oscuridad
con el recuerdo del sol.
Escribe, atenta y obsecuente, para la
oscuridad.
Para la oscuridad las fresas del verano,
la voz de niña vieja que me comanda,
tu poster del pintor de Ciruelo, tu piano,
tu voz de barítono hacia la estrella
errante
(la que nos mira pero no toma partido,
bella y neutral patinadora cósmica).
Para la oscuridad, mi oscuridad.
© Paulina Vinderman
5 comentarios:
No está el título, pero es el poema 27, una de los poemas de "Ciruelo" que me envolvió en su magia. Y elijo sentir que vuelvo a las páginas del libro..."A las casas bajas en Ciruelo. A la calle principal de dos cuadras custodiadas por palmeras desparejas y poemas anhelos hacia el sol..."
Cuánto tiempo hace que te admiro Paulina!
Lily Chavez
qué poema tan bello, tan literatura exquisita, profunda, sensible!! se queda en mis ojos y en mi corazón. susana zazzetti
Belleza, hondura. Cruces de sombras y sombras de las sombras, y la mujer, la niña, el otro, las cosas. Delicado lirismo que se agradece.
Verónica M. Capellino
Muy bello.
Querida Paulina: un grandísimo poema, desde la inocencia("el diubjo de i pelo salvaje"), el misterio, y "las terrazas de la historia" y ¡ese guanaco que "salta hacia la eternidad"!
Lo disfruté mucho. Estás en Ciruelo en este momento escribiendo la historia de los frutos que nacen?
Un beso grande Irene Marks
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