Destierro
Hay una mujer que muere
desde la carnadura .
Llega jadeando hasta la fuente seca.
Muere de piel errante.
-Suburbio de gorriones-
Sin registro de su centro
no
encuentra las huellas
del efluvio.
Aúlla como los santos inocentes
sabiendo que no habrá
quien oiga
ni comprenda
esa sed que trae del exilio.
© Mirta Venezia
Excelente texto, Mirta. Tiene imágenes fuertes y originales. Me gustó mucho. Espléndido: "Muere de piel errante": dice muchísimo en un brevísima frase. Bravo. Beso grande. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarBuen poema, gracias
ResponderEliminar¡Hermoso tu poema, Mirta! Me parece conocer esa sed que no se sacia más que con la frescura del poema.
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León