LA CORRENTADA
En el margen, me siento a salvo.
La correntada pasa por la calle y lleva
hojas, ramas, insectos muertos.
Las orillas se desgranan
como se
desangra el tiempo.
En medio del rumor
Salobre, amarronada, la tormenta
ha vuelto turbia
el agua clara.
© Leonor Mauvecin
Hermoso!
ResponderEliminarUn bello poema
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.
como una correntada es tu poesía querida leo. siempte arrastra con su mensaje, con intensidad. susana zazzetti.
ResponderEliminarPreciso. Precioso.
ResponderEliminarHermoso Leonor. Griselda Rulfo
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