Hálito
luz
la noche
espejo de agua
el goce furibundo y sus monedas
¿Quién dijo que las cosas le entregan al
sol
su borde de oro, que aguardan mansamente,
que no perecen no son otras al estallar el
nuevo día?
No hay vigilia inocente no hay inocente
sueño
para las cosas que duermen o que velan:
lo que se quiere y lo que no se quiere, lo
que se desea
y sus monedas cayendo en el espejo de agua
de la noche
© Laura Ponce
Hola Laura: qué gran poema, esa noche "espejo de agua", esas "monedas cayendo en el espejo de agua de la noche"
ResponderEliminarSímbolos y realidades a la vez bellos y terribles en tus palabras.
Me gustó muchísimo
Irene Marks