Pongo la noche a arder en tus pupilas
dos lámparas fantásticas
destellando con el fervor del relámpago
doy de comer en mi mano a las bestias del
asombro
las alimento con trozos de espejos recién
trizados
la madrugada se propaga como un incendio
ahora dormís a mi costado
y por lo bajo entono salmos en la oscuridad
para guardar tu sueño
mi voz oscila vaivenea con tu respiración
se acompasa a tu sístole a tu diástole
un ramillete de tréboles brota de tu nuca
entre tus pulmones arde una colmena un rubí
palpitante
nuestro lecho se eleva como un pájaro
como un animal fabuloso por los aires
anda entre taludes rasga con su garfio
la delicada tela del agua
debajo de sus alas florecen nardos y
madreselvas
animal fragante aturdido silabea las
palabras del delirio
canta su goce más profano
después nos arroja de pecho abierto al
mundo
y nos nombra con nombres de mortales
mientras vos dormís a mi costado y así
dormido y absoluto
alucinado entre visiones
volvés a nacer.
© Sandra “Tana”
Pasquini
Tan bello Tana...Me encanta!
ResponderEliminarSutil este decir y profundo como el amor infinito que te habita.Te quiero Tana!!
ResponderEliminarExelente.
ResponderEliminarLa noche esa inconsciente...entra en tu vida...Tana y la transformas en imágenes con profundo sentido.
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