Poema de Luis Pabón

Tierra De Dioses.

Nací donde todo converge,

el mar como bautismo

y la sierra de picos blancos

lactando el paladar sin mañas.

El mundo se vino de pronto con sus dolores y aromas,

no era mi casa aquel castillo maldito,

era la casa del otro muerto.

Crecí entre olas y botes de madera,

entre calles polvorientas y dulces de coco.

Mi mente se volvió un hotel con muchos nombres

colgando un título en una pared corroída por la ausencia.

La tinta me hizo dios dando vida y matando

el viento envió mi maleta al sur, más al sur,

donde la tierra y el cielo tienen el mismo color

divididos por una bola de fuego.

El café de la mañana si hizo verde y amargo

mientras la luna media se posó en mi mesa.

En el sur, más al sur

encontré el lugar de los dioses

que enseñan a ser dios

recreando mundos amorfos, condensos e infinitos.

Ahora camino por estaciones frías y calles con nombres.

© Luis Pabón