CARIDAD
Las damas de caridad
llegaron con sus atados de ropa
y sus cajas
y nosotras
en fila
mirándonos las manos.
Una blusa, una camisa para Juana
Un pulóver, un saco con agujeritos de
polilla para Ester
Un osito sin ojos para Lucía
Un zapato con hebilla plateada para Inés
-¿Una muñeca para mí?
(Una muñeca bonita, blandita de trapo.
Una muñeca para dormir bien)
-No, no, un saquito de lana para Elena
un saquito de
lana le vendrá bien.
© Leonor Mauvecin
Que buen poema aún en la tristeza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Betty
Hola Leonor: doloroso poema donde la desilusión de una niña muestra la falta de comunicación entre quienes dan por cumplir sin fijarse en los deseos ajenos.
ResponderEliminar"Una muñeca para dormir bien" es ese objeto que consuela a los niños y al que se aferran como proteccion. Excelente Irene Marks
Siempre luciendo tu talento amoroso Leonor!! Placer leerte
ResponderEliminarMuy buen poema, penetra, crìtico en los motivos de la caridad orgànizada, no afirma, es una mirada crìtica, bien escrita.
ResponderEliminarClelia
Leonor amo ese libro y cada uno de sus poemas. Gracias, aún en el dolor habita la belleza. tinA
ResponderEliminarGracias Tina,te quiero mucho
EliminarEstimada Leonor,
ResponderEliminargracias por este poema, por tu arte de enlazar dolor y realidad con belleza que emociona.
Un abrazo
Juany Rojas
Gracias Juany abrazos
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