CLÁUSULA DE NO REPETICIÓN
Viajo en micro somnoliento
Las vacas pastorean el final del día
la tormenta fumiga electricidad sobre los
campos
hace saltar a los terneros
ocupa fogonazos en la ventanilla empañada
Paso la mano y limpio para corroborar que
todo se repite
(en cada oscuro
el relámpago es la memoria)
Cuando uno recuerda estas cosas en un sueño
entiende que está en su última vida
la que lo alejará del círculo
sin flete
sin seguro
© Dardo Festino
ResponderEliminarTremendo poema, Dardo. Fogonazos, y vuelta a empezar, pero no. ¿O sí?
Un abrazo,
Alicia Márquez
qué bien, amigo poeta, tu poema nos traslada al viaje en que estamos, la rutina que nos lleva y trae, ah pero ahi están las vaquitas que lo resisten todo.
ResponderEliminargracias.
W.M.
Dardo: me gusta que ese tinte filosofal que entretejido a lo poético, me gustó. Abrazo
ResponderEliminarsusana